Revolución Solar. Tránsitos y progresiones
Nuestra vida no es estática, sino dinámica. La revolución solar, los tránsitos y las progresiones son las distintas activaciones, que los tránsitos planetarios ejercen sobre nuestra vida personal, en un momento determinado.
Revolución Solar
Las revoluciones son una técnica antigua, que consiste en calcular el momento exacto en que un planeta vuelve a estar en el mismo grado del signo en que se encontraba en el momento de su nacimiento. Este momento se toma como origen para levantar una carta astral para el lugar geográfico donde nos encontramos en ese mismo momento. Está nueva carta nos da información sobre el desarrollo de ese nuevo ciclo relacionado con el significado del planeta revolucionado. Las revoluciones más comunes son en primer lugar la del Sol, y en segundo lugar la luna. También se puede levantar la revolución Mercurio, Venus y Marte.
La revolución solar es la conocida carta del año en vigor. La carta del año tiene una validez un año. Nos puede dar información de cómo vamos a vivir nuestros propósitos ese año en particular, si es un año de enfrentar dificultades o es un año de mayor fluidez. La carta del año se suele acompañar de la interpretación de los tránsitos y las progresiones para ese año en concreto. Se puede consultar al astrologo para estudiar la carta del año, los tránsitos de ese año y aprovechar para retomar aspectos de su mapa natal que no han podido ser comprendidos anteriormente.
La revolución solar es la conocida carta del año en vigor. La carta del año tiene una validez un año. Nos puede dar información de cómo vamos a vivir nuestros propósitos ese año en particular, si es un año de enfrentar dificultades o es un año de mayor fluidez. La carta del año se suele acompañar de la interpretación de los tránsitos y las progresiones para ese año en concreto. Se puede consultar al astrologo para estudiar la carta del año, los tránsitos de ese año y aprovechar para retomar aspectos de su mapa natal que no han podido ser comprendidos anteriormente.
Astrología direccional. Los tránsitos y las progresiones
El mapa natal no es estático sino dinámico. Los planetas continúan moviéndose, cada uno en sus ciclos a su ritmo. Este movimiento esta interactuando constantemente y continuamente ejerciendo una influencia sobre el individuo que se activa en determinados momentos del tiempo. Esta es la dinámica de aprendizaje y evolución individual y colectiva de los seres humanos. Podemos decir que la evolución de un individuo está estructurada en varios ciclos que actúan simultáneamente para activar ciertos aspectos de nuestra personalidad en un momento determinado. Las circunstancias de las personas van cambiando con el paso del tiempo, creándose así las circunstancias externas e internas para el crecimiento del individuo. Hay épocas tranquilas en donde las cosas van bien, estamos relativamente felices y no hay mayores problemas, sin embargo, existen otros momentos a lo largo de nuestras vidas donde tenemos que enfrentar mayores dificultades y retos a los que estamos llamados a resolver, en la solución de dichos conflictos internos y externos esta nuestra evolución. De la actitud, el autoconocimiento, la comprensión, la preparación que tengamos para enfrentarnos estas crisis, que se presentan en nuestras vidas, en el momento de los tránsitos y las progresiones, depende los resultados.
Las situaciones externas que aparecen en nuestras vidas, no son por casualidad, responden a nuestra carta natal, a un plan de acuerdo al propósito de crecimiento que cada individuo necesita desarrollar. La vida no hace que experimentemos las cosas porque sí. No es por casualidad. Nos vemos en determinadas circunstancias para resolver las deudas karmicas que traemos del pasado para resolver en esta vida. Cuando experimentamos los tránsitos de los planetas transpersonales, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, éstos activan algunos aspectos de nuestra carta natal y de nuestra psique y aparecen las circunstancias karmicas ,salen a la luz aquellas cuentas pendientes que tenemos con nosotros mismos o con los demás para que podamos enfrentarlas, y resolverlas. Este es el proceso natural de desarrollo personal y nos hace crecer y evolucionar. Es un proceso de toma de conciencia. Los tránsitos reflejan cual es el aspecto de la personalidad que en este momento está preparado para evolucionar.
Nuestro proceso de desarrollo espiritual requiere que después de un periodo de preparación seamos examinados, seamos puesto a prueba para comprobar si realmente hemos aprendido la lección. De este proceso se encarga los tránsitos y las progresiones. Los tránsitos de los planetas transpersonales, nos muestran los periodos de tiempo en los que llegaran las crisis nuestra vida. Una crisis puede poner fin a una etapa de nuestra vida, pero también puede traer algo nuevo. La astrología direccional nos permite saber en qué momento del tiempo hay mayores posibilidades de experimentar estas crisis de crecimiento, en que áreas de la vida se pueden manifestar y que podemos hacer para atravesar ese periodo de tiempo con mayor sabiduría. El saber por anticipado cuando pueden llegar estas crisis, cuanto tiempo pueden durar, y comprender el significado y la necesidad de tener que atravesar dichas crisis, nos hará estar más preparado y saber afrontar con mayor conocimiento tales circunstancias cuyo propósito es la transformación personal, el auto descubrimiento y el crecimiento del alma. Un tránsito activa un aspecto de la carta natal y de la psique del individuo provocando una toma de conciencia que tiene lugar en el interior del individuo. Un tránsito señala las épocas importantes del individuo, representan periodos de crecimiento. A los tránsitos hay que prestarles atención antes de que lleguen para vivirlos con mayor conciencia. La energía de los tránsitos puede ser transformada con el conocimiento, la actitud adecuada, con la preparación y la comprensión de lo que la vida nos trata de enseñar.
Cuando un individuo no está prestando atención al mensaje que le está tratando de enseñar la vida, cuando no se escucha así mismo, no aprende, entonces la vida nos puede obligar a aprender por las malas, forzándonos y es entonces cuando los tránsitos pueden ser más dolorosos y difíciles de enfrentar. Sin embargo, si nos escuchamos a nosotros mismos, atendemos a nuestras necesidades, aceptamos las lecciones de sabiduría, integramos el conocimiento y fluimos con el ritmo que nos va marcando la vida, comprendiendo las lecciones, aceptando el aprendizaje, y realizando los cambios de conciencia que son necesarios entonces los tránsitos serán suaves y saldremos fortalecidos y renovados de dichas etapas de crecimiento.
Un tránsito no nos revela lo que nos va a ocurrir, sino que nos avisa de cierta presión energética, psicológica para el aprendizaje de un conocimiento concreto que necesitamos incorporar en nuestra psique. Son múltiples posibilidades, en donde nuestro libre albedrio juega un papel importante y nuestra actitud influye en los resultados que se manifestaran como físicos y externos. De nosotros depende entender e incorporar la enseñanza de dichos tránsitos. Nuestra comprensión de dicho proceso es fundamental, así podemos colaborar con lo inevitable ayudando a que todo se desarrolle con mayor armonía.
La astrología direccional nos puede ayudar en la comprensión de las causas y los porqués y los para qué de lo que nos ocurre, con el fin de enfrentar tales procesos de crecimiento con mayor fluidez, sabiduría y armonía.
Las situaciones externas que aparecen en nuestras vidas, no son por casualidad, responden a nuestra carta natal, a un plan de acuerdo al propósito de crecimiento que cada individuo necesita desarrollar. La vida no hace que experimentemos las cosas porque sí. No es por casualidad. Nos vemos en determinadas circunstancias para resolver las deudas karmicas que traemos del pasado para resolver en esta vida. Cuando experimentamos los tránsitos de los planetas transpersonales, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, éstos activan algunos aspectos de nuestra carta natal y de nuestra psique y aparecen las circunstancias karmicas ,salen a la luz aquellas cuentas pendientes que tenemos con nosotros mismos o con los demás para que podamos enfrentarlas, y resolverlas. Este es el proceso natural de desarrollo personal y nos hace crecer y evolucionar. Es un proceso de toma de conciencia. Los tránsitos reflejan cual es el aspecto de la personalidad que en este momento está preparado para evolucionar.
Nuestro proceso de desarrollo espiritual requiere que después de un periodo de preparación seamos examinados, seamos puesto a prueba para comprobar si realmente hemos aprendido la lección. De este proceso se encarga los tránsitos y las progresiones. Los tránsitos de los planetas transpersonales, nos muestran los periodos de tiempo en los que llegaran las crisis nuestra vida. Una crisis puede poner fin a una etapa de nuestra vida, pero también puede traer algo nuevo. La astrología direccional nos permite saber en qué momento del tiempo hay mayores posibilidades de experimentar estas crisis de crecimiento, en que áreas de la vida se pueden manifestar y que podemos hacer para atravesar ese periodo de tiempo con mayor sabiduría. El saber por anticipado cuando pueden llegar estas crisis, cuanto tiempo pueden durar, y comprender el significado y la necesidad de tener que atravesar dichas crisis, nos hará estar más preparado y saber afrontar con mayor conocimiento tales circunstancias cuyo propósito es la transformación personal, el auto descubrimiento y el crecimiento del alma. Un tránsito activa un aspecto de la carta natal y de la psique del individuo provocando una toma de conciencia que tiene lugar en el interior del individuo. Un tránsito señala las épocas importantes del individuo, representan periodos de crecimiento. A los tránsitos hay que prestarles atención antes de que lleguen para vivirlos con mayor conciencia. La energía de los tránsitos puede ser transformada con el conocimiento, la actitud adecuada, con la preparación y la comprensión de lo que la vida nos trata de enseñar.
Cuando un individuo no está prestando atención al mensaje que le está tratando de enseñar la vida, cuando no se escucha así mismo, no aprende, entonces la vida nos puede obligar a aprender por las malas, forzándonos y es entonces cuando los tránsitos pueden ser más dolorosos y difíciles de enfrentar. Sin embargo, si nos escuchamos a nosotros mismos, atendemos a nuestras necesidades, aceptamos las lecciones de sabiduría, integramos el conocimiento y fluimos con el ritmo que nos va marcando la vida, comprendiendo las lecciones, aceptando el aprendizaje, y realizando los cambios de conciencia que son necesarios entonces los tránsitos serán suaves y saldremos fortalecidos y renovados de dichas etapas de crecimiento.
Un tránsito no nos revela lo que nos va a ocurrir, sino que nos avisa de cierta presión energética, psicológica para el aprendizaje de un conocimiento concreto que necesitamos incorporar en nuestra psique. Son múltiples posibilidades, en donde nuestro libre albedrio juega un papel importante y nuestra actitud influye en los resultados que se manifestaran como físicos y externos. De nosotros depende entender e incorporar la enseñanza de dichos tránsitos. Nuestra comprensión de dicho proceso es fundamental, así podemos colaborar con lo inevitable ayudando a que todo se desarrolle con mayor armonía.
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