¿Qué es la Técnica regresiva reconstructiva?

La Técnica Regresiva Reconstructiva (TRR) son unas técnicas psicológicas utilizadas desde hace más de tres mil años por multitud de culturas, tanto orientales como occidentales y avaladas cada vez más por los avances en la investigación de la ciencia actual; psicología humanística, psicología transpersonal, física, neurobiología, medicina, psicofisiología.

La Técnica Regresiva Reconstructiva (TRR)

Son unas técnicas psicológicas utilizadas desde hace más de tres mil años por multitud de culturas, tanto orientales como occidentales y avaladas cada vez más por los avances en la investigación de la ciencia actual; psicología humanística, psicología transpersonal, física, neurobiología, medicina, psicofisiología.

La TRR intenta profundizar y escuchar los trasfondos de la mente con una actitud abierta, con tolerancia y predisposición para observar al ser humano desde otro ángulo de conciencia y poder así comprender y solucionar conflictos que permanecen en las personas.

La TRR ha sido creada por Luis Antonio Martínez Pérez que es el fundador de la Asociación Española de Técnicas Regresivas Aplicadas (AETRA) cuya sede se encuentra en Madrid (España) y de la Organización Mundial de Técnicas Regresivas Reconstructivas Aplicadas (OMTRRA) cuya sede se encuentra en Jalisco (México). Actualmente la TRR se encuentra presente en 22 países.

 

 Nuestro cerebro realiza sus funciones moviéndose en cinco tipos de ondas cerebrales que vibran en diferentes frecuencias:

  • Ondas Gamma, son las ondas que laten más rápido, su oscilación es de 30 Hz por segundo
  • Ondas Beta, su oscilación va desde los 14 Hz hasta los 30 Hz por segundo, este estado corresponde al de vigilia, durante el día, cuando estamos despiertos. Es un estado que enfoca la conciencia hacia la percepción sensorial de los sentidos del cuerpo, conectándonos con el mundo exterior. Hay una tendencia a la acción, tanto física como mental.
  • Ondas Alfa, su oscilación va desde los 7 Hz hasta los 14 Hz por segundo. Es el nexo de unión entre el cuerpo y la mente. En este estado la conciencia empieza a interiorizarse y somos más conscientes de nuestro mundo interno de pensamientos tranquilos y sentimientos serenos. Es un estado de relajación, que se utiliza mucho para la meditación, el yoga, etc.
  • Ondas Theta, su oscilación va desde los 4 Hz hasta los 7 Hz por segundo. En estas ondas se vive un estado profundo de relajación. A través de múltiples estudios de laboratorio, se ha comprobado que la inducción a ondas Theta liberan una gran cantidad de neurotransmisores, provocando un aumento en la comprensión de nuestra propia historia y evolución, promoviendo el aprendizaje con un nuevo enfoque más abierto y tolerante en la visión de la vida dando más flexibilidad a nuestras anteriores y rígidas creencias. En él existe un alto grado de inspiración creativa y de emotividad, potenciando la capacidad de aprendizaje y la vivencia de hechos pasados; es justo el umbral del sueño. Es el estado ideal para trabajar con la TRR, porque provoca la libre asociación del inconsciente, potenciando la actividad del hemisferio derecho. En estos niveles se puede llevar a una persona a retroceder en el tiempo hasta encontrar la raíz del conflicto emocional que está provocando los bloqueos en su vida actual.
  • Ondas Delta, oscila desde los 4 Hz hasta los 0 Hz.Es característica en los lactantes y en la primera infancia y en los adultos durante las fases más profundas del sueño REM. En este estado se alcanza un alto grado de hipersugestibilidad. Es un estado de inconsciencia de sueño profundo.

 

Los dos hemisferios cerebrales

El cerebro está dividido en dos hemisferios: el izquierdo y el derecho. Aparentemente son iguales, simétricos como si fueran dos partes de una nuez, sin embargo, funcionalmente son distintos. Estos dos hemisferios tienen dos formas diferentes de adquirir y procesar la información y por tanto los conocimientos. Son distintos pero complementarios, funcionando como si de uno solo se tratara transmitiendo e intercambiando información entre ambos. Se ha comprobado científicamente que cuando un hemisferio está más activo, el otro permanece en un estado más pasivo de funcionamiento.

El hemisferio izquierdo rige la parte derecha del cuerpo, percibe de forma objetiva, es capaz de distinguir y hacer una separación entre dentro y fuera, entre el yo y el otro. Es responsable de la capacidad analítica; es lógico, razona, contracta hechos, procesa la información por pasos, es lineal, interpreta y enjuicia. Está constantemente en alerta y en permanente vigilancia de todo lo que ocurre en el exterior de nosotros. Es cuantitativo y en él se da la destreza manual, el cálculo y la numeración, además de crear la estructura del lenguaje verbal y escrito. Este hemisferio está más activo cuando estamos en ondas Beta- Gamma y suele ser el hemisferio más dominante de la población (alrededor del 90%).

El hemisferio derecho rige la parte izquierda del cuerpo y trabaja en el mundo no físico; percibe de forma subjetiva, le es más difícil distinguir entre el yo y los demás, entre dentro y fuera. Se activa en ritmos de ondas comprendidas entre las Alfa, Theta y Delta. Se mueve por analogías, por metáforas y por la intuición utiliza como hilo conductor las emociones, los sentimientos, crea imágenes, símbolos y arquetipos. En él no existe el espacio ni el tiempo, pero si la globalidad, la fantasía, la creatividad y la capacidad de percibir, sentir, apreciar la música y hacer los matices de diferenciación de los colores. Este hemisferio está más desarrollado en el neonato y hasta que alcanzamos la edad de siete años o  diez años que es cuando empieza a potenciarse más el análisis. Es el hemisferio de la percepción extra sensorial, de la espiritualidad.

Los dos hemisferios son igual de importantes para nuestra adaptación y evolución y aunque uno predomine más que el otro en función de la actividad que en cada momento estamos desarrollando, es imprescindible tener una equilibrada y correcta comunicación entre ambos, a la vez que fomentamos la capacidad de cada uno de ellos.

 La TRR trabaja con los Estados Ampliados de Conciencia

 ¿Qué es un Estado Ampliado de Conciencia?

El Estado Ampliado de Conciencia es una modificación o un estado donde la conciencia se amplifica o se expande proporcionando  a la mente  una serie de cualidades y potencialidades que facilitan la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales, entre la mente consciente y el inconsciente lográndose así  el acceso a información, percepción, entendimiento, comprensión, mayor neuroplasticidad cerebral, mayor emotividad, creatividad,  memoria, flexibilidad, claridad, etc. Son por estas cualidades que se puede realizar el trabajo con la TRR.  Los Estados Ampliados de Conciencia se han utilizado desde hace miles de años por diferentes culturas, en diferentes épocas y han sido provocados utilizando diferentes métodos.

En el caso de la TRR logramos acceder a los Estados Ampliados de Conciencia mediante una relajación profunda. Mediante la relajación profunda las ondas cerebrales descienden de Beta a Alfa y después a Theta logrando así el Estado Ampliado de Conciencia.

 La TRR es un método holístico e integrativo

Holístico proviene de la palabra griega holos que significa todo. El método holístico y la TRR contempla al ser humano como un todo, donde cuerpo-mente y espíritu están conectados entre sí y ejercen una influencia mutua. Se tiene en cuenta la dimensión mental, emocional y espiritual del ser humano entendiendo la importancia que tiene la parte emocional y espiritual en el bienestar de la persona. Las organizaciones holísticas consideran que algunas enfermedades son la manifestación de un desequilibrio en el cuerpo mental, emocional o espiritual de la persona. Los métodos holísticos se han utilizado desde hace siglos en todo el mundo, desde diferentes tradiciones. Fomenta las capacidades de autocuración de nuestro cuerpo de forma natural.

La TRR trata a cada ser humano como único, en donde cada individuo ha de asumir la responsabilidad de su propio bienestar y la superación de sus propios límites. La TRR trata de empoderar a cada consultante para que pueda asumir su propio crecimiento interior.

 La TRR y las emociones

Las emociones juegan un papel importante en nuestra salud, especialmente en la infancia. Los pensamientos y las emociones cuando son repetitivos desencadenan la fabricación de sustancias químicas que se van instalando en nuestros tejidos y partes del cuerpo. Se entiende que la somatización es el proceso mediante lo mental y emocional empieza a tener repercusiones en lo fisiológico y en lo físico llegando a producir síntomas y hasta enfermedades. De esta manera los síntomas que nos presenta nuestro cuerpo físico nos pueden revelar los conflictos emocionales aún no resueltos que se pueden encontrar atrapados en nuestro inconsciente. Cuando somos adultos podemos procesar nuestras emociones porque nuestro hemisferio izquierdo está plenamente desarrollado, pero no ocurre lo mismo cuando somos un bebe o tenemos pocos años. El hemisferio izquierdo no se halla completamente desarrollado hasta los 7 años aproximadamente, esto hace que el niño tenga impactos emocionales que no puede entender y procesar a una edad muy temprana. Estas emociones quedan atrapadas en el inconsciente y no encuentran la manera de salir a la superficie de la mente consciente. Aquí empiezan los conflictos emocionales no resueltos y que necesitan de un método como la TRR para ser localizados y liberados mediante las distintas fases que utiliza este método.

 La TRR trabaja en el nivel de las causas

La ley de causa y efecto nos dice que no hay un efecto sin una causa, al igual que no hay estímulo sin respuesta. De esta manera podemos entender que todo cuanto acontece tiene su causa. Si llevamos este entendimiento al campo del bienestar podemos entender que los síntomas que aparecen en nuestro cuerpo físico o el malestar que puede aparecer en la mente, en nuestras emociones o en la dimensión espiritual  tiene su correspondiente causa que lo está provocando. Tomar conciencia de las causas que generan estos síntomas es lo único que nos puede ayudar a cambiarlo. No necesitamos actuar sobre los síntomas, sino sobre las causas. El hecho de que una gran cantidad de síntomas pueden estar provocados por los procesos mentales, emocionales e incluso espirituales nos indica que es en esos planos de la conciencia donde podemos actuar para cambiar los efectos o síntomas que estamos experimentando. El hecho de ser infeliz puede tener su causa en una forma de pensar, sentir y actuar errónea o negativa y con una falta de amor hacia nosotros mismos.

La TRR trabaja en el nivel de las causas, trabajando directamente sobre la raíz de los conflictos emocionales aún no resueltos que se encuentran atrapados en el inconsciente y los lleva a la luz de la mente racional para que podamos tomar conciencia, podamos verlo, entenderlo, comprenderlo y liberarlo. Es por esto que la TRR es eficaz porque trabaja en el nivel de las causas, en la dimensión mental-emocional-espiritual de las personas y en colaboración con el inconsciente.

 La TRR y sus fases

Para que un consultante pueda pasar de un estado de malestar a un estado óptimo de bienestar emocional necesita transitar por varias fases.

El primer paso es localizar el núcleo del o los conflictos emocionales que normalmente se encuentran atrapados en el inconsciente y la persona no es consciente de dónde le viene el bloqueo emocional.

Una vez que hemos localizado la raíz del conflicto es necesario expresarlo y que todo ese contenido emocional pase a la luz de la mente racional, la mente consciente para tomar consciencia de ello.Es  mediante la expresión del contenido emocional y la toma de consciencia que podemos liberar las emociones atrapadas en el inconsciente.

El hecho de tomar conciencia y poder expresarlas nos lleva a la fase de entender y comprender lo que nos pasó en su momento y entendemos como nos ha estado afectando y condicionando durante un largo periodo de tiempo.Tomamos conciencia de cómo se crearon  los patrones de supervivencia que nos han estado limitando durante toda nuestra vida, creando así también una gran colección de falsas creencias las cuales siempre traen malestar a nuestra vida.

Una vez comprendido hemos de pasar a la fase de aceptación y perdon.Si no aceptamos permanecemos en conflicto con la situación.Una situación deja de estar en conflicto cuando es aceptada ya que las cosas que nos han pasado no son por casualidad y siempre nos traen un mensaje, una lección que necesitamos aprender e integrar en nuestra vida.Aceptar significa dejar de luchar y nos lleva a aprender  la lección ya que viene a nosotros para hacernos crecer mental, emocional y espiritualmente.Si no perdonamos no podemos liberarnos del pasado y ese pasado aún sin resolver permanece en nuestro presente limitando la capacidad para que nos lleguen experiencias nuevas para poder crecer y sentirnos mejor..Perdonar es fundamental para liberarnos y permitir que llegue lo nuevo y experiencias más positivas y agradables para nuestro ser interior.

Una vez que hemos logrado detectar los conflictos del pasado, comprenderlos, aceptarlos, perdonarlos y liberarlos hemos de proyectar un plan de acción elaborado por nosotros mismos de cuáles van a ser nuestros próximos pasos en nuestro futuro cercano. Todas estas fases te llevan a descubrir quien eres realmente y qué es lo importante en tu vida, quien quieres ser, como quieres expresarte.La creacion de lo nuevo requiere tener claridad, conciencia y reconocer qué pasos concretos necesitas ejecutar para que se manifieste lo nuevo.La TRR no trata solo de regresiones al pasado, sino que es un proceso de toma de conciencia para que además de liberarte del pasado puedas disfrutar de más claridad para poder mejorar tu calidad de vida en el presente y el futuro.Todo esto no se consigue en una sesión, se necesitan al menos 15 sesiones de trabajo para poder ir realizando todo este trabajo interior.

¿Porque la TRR es Reconstructiva?

 Hay una fase de la TRR que se llama reconstrucción.Primero regresamos al pasado para localizar el origen del conflicto que generalmente se origina en las fases temprana de la infancia, del nacimiento y de la vida intrauterina.Se detectan los conflictos emocionales, los patrones de supervivencia.Encontramos la manera de poder expresarlos, liberarlos, comprenderlos, perdonarlos y posteriormente pasamos a la fase de reconstrucción. La reconstrucción consiste en que el propio consultante en Estados Ampliados de Conciencia visualice, vivencie una nueva historia más positiva de lo que le pasó en su pasado.Al imaginar y sentir nuevas emociones más positivas y al recrear una historia diferente al gusto del consultante  se puede cambiar las emociones asociadas a ese hecho concreto del pasado transformando así también como le afecta en su presente.La fase de la reconstrucción es importante porque estamos cambiando las emociones negativas asociadas a hechos del pasado que en su momento fueron inevitables por un nuevo recuerdo, una nueva historia de la cual tu tienes el control y así nacen los nuevos patrones de vivencia que es lo que te va a traer nuevas creencias más flexibles, adaptables con emociones asociadas más positivas y agradables. De esta manera transformamos un pasado oscuro, pesado y limitante  por un presente más libre, positivo y constructivo.

La TRR empodera al consultante

En el campo de trabajo de la TRR reconocemos que la responsabilidad del crecimiento y transformación personal es del consultante y no del facilitador.

El facilitador del método de la TRR es un acompañante del proceso redentor del consultante.El facilitador con sus conocimientos, preparación y profesionalidad facilita que el propio consultante pueda realizar  el trabajo de autoconocimiento, exploración de los conflictos emocionales aún no resueltos y se sea él mismo quien pueda vislumbrar propuestas de  soluciones que  surjan la la guia del maestro que todos llevamos dentro.Las respuestas están siempre en el interior del consultante y el facilitador mediante preguntas y siguiendo el hilo conductor de las emociones hace que las respuestas surjan de un nivel más profundo de la propia mente.La mente y la consciencia de las personas están estructuradas en capas y en múltiples dimensiones a las que se pueden acceder en los Estados Ampliados de Conciencia.En estos Estados Ampliados de Conciencia se amplía la percepción extra sensorial, la creatividad, la emotividad,la intuición, e incluso el contacto con otros planos de conciencia.Es debido al acceso a esta información que podemos recibir guía y auto orientación proveniente de nosotros mismo en un nivel más profundo del ser.De esta forma el consultante debe de asumir la responsabilidad de su propio bienestar emocional y tomar las riendas de su vida creando una vida más feliz y armoniosa.El facilitador es un acompañante de todo este camino de transformación personal de cada individuo.De esta manera la TRR ayuda a que cada persona asuma su responsabilidades y alcancen madurez en el proceso mental, emocional y espiritual de sus propias vidas.

 La TRR y los escenarios de trabajo

Para poder realizar el trabajo emocional en un consultante de la TRR necesitamos el uso de los escenarios de trabajo creados por  Luis Antonio Martínez Pérez.

La TRR nos permite trabajar muchas problemáticas como pueden ser los duelos de una ruptura sentimental o la muerte de un ser querido, las fobias, trastorno del sueño, sueños recurrentes, estrés, maltrato, enfermedades físicas, crecimiento personal, etc. Hay un escenario de trabajo específico para trabajar cada problemática.

Hay personas que están muy bloqueadas emocionalmente y tienen muchas resistencias, una gran coraza emocional que impide o hace que no sea fácil poder llegar al núcleo del conflicto que se encuentra atrapado en el inconsciente.Un escenario de trabajo es un protocolo que facilita el poder entrar mejor en la vida emocional del consultante para que todo fluya mejor y el propio escenario nos guíe al núcleo donde se originó el conflicto.

La vida intrauterina, el nacimiento y la infancia hasta los siete años, son etapas muy importantes en el desarrollo de las personas.

• En la infancia.

La infancia es una etapa muy importante en la evolución de un individuo. Cuando un bebe nace solo tiene desarrollado el hemisferio cerebral derecho. Este hemisferio es el del inconsciente, las emociones, los sentimientos, la creatividad, espiritualidad, etc. En el recién nacido no está desarrollado el hemisferio izquierdo, que es el de la razón, el pensamiento analítico, el que pone nombre a las cosas y crea la ilusión de la separación.Él bebe es un mundo muy diferente al del adulto, mucho más sensible donde la neuroplasticidad cerebral es muy rápida. Los bebés absorben todo lo que está a su alrededor y se le forman circuitos neuronales con mucha facilidad y rápidamente. Los impactos emocionales les afecta mucho.Cuando a un bebe le llega un impacto emocional fuerte, no sabe lo que está pasando, no sabe cómo manejarlo, siente miedo y lo bloquea rápidamente. Esto es así porque al no disponer de su hemisferio izquierdo desarrollado, no puede razonar, interpretar y manejar esas emociones como lo podemos hacer los adultos. En las edades comprendidas de los 0 a los 5 años, todo les afecta mucho de tal manera que los impactos emocionales les pueden causar bloqueos emocionales que se quedan atrapados en el inconsciente formándose así un patrón de supervivencia.

 

• En el nacimiento.

El nacimiento también es importante en la vida de un individuo. No es lo mismo un nacimiento fluido, normal, que todo vaya bien y armónicamente, que un nacimiento que se complica, que sea lento, dificultoso, con boxes, con cesáreas, que él bebe nazca de culo, por los pies, etc

Un nacimiento complicado puede traumatizar al bebe, quedando estas emociones atrapadas en el inconsciente y ocasionando patrones de supervivencia que condicionan nuestra vida hasta que somos capaces de localizar y liberar tales emociones. El nacimiento deja su marca en la mente y en la conciencia de un individuo.

Con la TRR podemos regresar al momento del nacimiento para volver a vivenciar y así tomar conciencia de todo lo que nos sucedió, de cómo lo vivimos y podemos liberar las emociones bloqueadas y reconstruir un nuevo nacimiento, recreando una nueva historia, creando nuevos circuitos neuronales asociados a emociones, pensamientos y sentimientos más positivos y armoniosos. Nos permitirá mejorar la calidad de nuestra vida.

 

• En la vida intrauterina.

Los nueve meses de gestación, son muy importantes en la vida de un individuo. Según el conocimiento de la TRR el embrión tiene conciencia a las pocas semanas de su gestación. Los estados anímicos y emocionales de la madre afectan al embrión. El embrión no dispone del hemisferio izquierdo en estas etapas de su desarrollo, lo cual hace que tenga que vivir las emociones tal como le llegan de su madre. La madre y el embrión están conectados por el cordón umbilical, lo cual al embrión le llega y le atraviesa toda la vida emocional de su madre, sus miedos, carencias, sus pensamientos  y la visión del mundo tal como lo percibe su madre.
Si la madre tiene emociones positivas y un estado anímico normal, entonces todo se desarrolla con normalidad. Pero cuando la madre sufre de depresiones, malos tratos, tiene miedos por diversas causas, estos se los transmite al embrión perjudicandole en el desarrollo de sus células, órganos y sistemas. También influye si el bebe es rechazado, no aceptado, no es bien recibido. Todo esto les afecta al embrión y éste  tiene que crear patrones de supervivencia para poder sobrevivir o defenderse. Estos patrones de supervivencia se convierten en patrones de comportamiento que repetimos de manera inconsciente y en piloto automático el resto de nuestra vida sin reconocer conscientemente cuáles son sus causas.

Desde la TRR podemos regresar a la etapa intrauterina, vivenciar nuestra experiencia, liberar las emociones bloqueadas, detectar los patrones de supervivencia y reconstruir una nueva experiencia para crear nuevos patrones de vivencia que nos permitan cambiar y mejorar la calidad de nuestra vida. A través de la neuroplasticidad podemos modificar los circuitos neuronales con una carga emocional negativa por otros con una carga emocional más agradable y positiva.

DIRECCIÓN

Calle Córdoba 15A, 41400, Écija Sevilla.

TELEFONO

+34 644 296 782

Email

info@sanacionorientativa.com
salvador@sanacionorientativa.com

«Síguenos en redes sociales«